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CUENTO DE UNA NAVIDAD DIFERENTE
lunes, 28 de diciembre de 2020 • cuento relato cuentodenavidad cuentonavideño cuentopandemico relatopandemico
sábado, 19 de diciembre de 2020 • escribir escritora novela cuento inspiración musas escritura bloqueodelescritor
Escribir es un trabajo de rutinas, de constancia y de mucha paciencia. Cuantas más horas y días le dediques, más fácil y más rápido avanzas en la historia.
Sin embargo, hay ocasiones en las que es imposible continuar con los buenos hábitos, y escribir entonces se convierte en una especie de montaña rusa, de subidas y bajadas vertiginosas, donde la inspiración se desvanece multiplicada por la velocidad de la caída, hasta que, de repente, justo antes de estrellarte contra el duro suelo, las musas te cogen por las axilas y tiran de ti de nuevo hacia el cielo, mientras tratas desesperadamente de recuperar el ritmo que habías perdido.
La primavera pasada fue un auténtico desastre a este respecto, encerrados algo más de tres meses en casa, durante la pandemia, con los niños subiéndose por las paredes sin poder asistir al colegio ni salir a la calle, mientras yo ejercía, como todos supongo, triple jornada laboral diaria de madre, profesora, cocinera, limpiadora... No había hueco posible para mi faceta de escritora. Tenía todas las horas cogidas con mil cosas que hacer. Casi cuatro meses de parón que luego pasaron factura, claro...
El verano llegó y se fue asolando con la misma sequía inspiracional con la que me castigó la primavera. Pero por fin se impuso el otoño, y con la caída de las hojas, también cayeron sobre mí las maravillosas rutinas que tanto necesito para poder escribir: la vuelta al colegio, al trabajo, a los horarios...
Estos meses de frío, manta, chimenea y viejos hábitos casi olvidados, me han devuelto la inspiración perdida. Momentos de tranquilidad en rincones mágicos de silencio, a la hora en la que los cabellos dorados del sol resbalan por el horizonte antes de irse a dormir. La hora de las musas, como me gusta llamarlo.
He tenido un buen ritmo de trabajo este otoño, que pienso continuar en invierno. Un buen puñado de palabras diarias con el que estoy muy satisfecha. Estoy deseosa de acabar esta historia que empecé a escribir hace ya algo más de un año.
Además, parece que 2021 viene cargado de nuevos proyectos interesantes, de los que todavía no puedo adelantar nada... :-)
sábado, 12 de diciembre de 2020 •
Una de las cosas que más me gusta de escribir es, si puedo, visitar las localizaciones que han inspirado mis novelas. Empaparme de su luz, sus paisajes, sus edificios, sus locales, su gente, su magia...
Tanto "Ratolescencia", ubicada principalmente en Madrid, o "Mateo y la Bruja Gina", ambientada en la falda de la montaña de Marbella, como en las dos nuevas historias en las que estoy trabajando actualmente, que se desarrollan entre Londres, Sevilla y Córdoba, he podido visitar las localizaciones exactas.
Esta foto la hicimos el día que visitamos el ahuehuete por primera vez. A mi pequeño vampiro le encantó. Se pasó la mayor parte del tiempo buscando a los rartoncitos entre sus enormes ramas. ¡Una pena que no los viéramos! ;-)
Creo que la parte que más disfruto de escribir es la de buscar documentación para personajes, escenas, localizaciones. Me divierte muchísimo y puedo pasar horas y días en Internet indagando sobre cosas interesantes para mis historias.
Esta foto la hice en Las Cabezas de San Juan, un pueblo de Sevilla, en la misma ubicación donde Alma, la protagonista de Proyecto fantasma (así es como bautizado la biología en la que llevo trabajando desde enero y que se publicará, si todo va bien, a finales del próximo año), observa el crepúsculo cada tarde, mientras pinta sus cuadros.
Las iré compartiendo en mi blog y mis redes sociales.
Espero que os enamoren tanto como me enamoraron a mí cuando las elegí. Pensad que jugaron un papel importante en mi inspiración.
sábado, 5 de diciembre de 2020 • escribir aprenderaescribir escritor novelista escritura
Algunos dirán que los escritores escriben por el simple placer de escribir o por el simple placer de leer lo que escriben o por el placer de materializar esa parte de sí mismos que impregna irremediablemente cada una de sus historias y personajes.
Quizá un escritor escribe para inmortalizarse, para seguir vivo después de su muerte, a través de sus libros, a través de los ojos de aquellos que nos leen.
Realmente no importa el porqué una persona decide ponerse a escribir. Lo increíble, lo maravilloso, es que todos los escritores comparten el mismo comienzo. Todo escritor siempre empieza siendo un mero lector, el espectador de los sueños escritos de otros.
Al principio te conformas con leer lo que otros escriben, con saborear las frases ajenas, pero un buen día te topas con ese libro "gatillo", con esa historia detonante de escenas mágicas y personajes redondos y plenos, cautivadores, que se instalan tan dentro de ti que duele, y ese dolor, ese hormigueo, que casi lo sientes palpitando en las yemas de tus dedos, no cesará hasta que, también tú, te sientes a escribir, como si esa historia que acabaras de leer, solo la hubieras tomado prestada, y ahora te vieras forzado a continuar la cadena de favores que ese autor comenzó, cediéndote a ti ahora el testigo de plasmar algo igual de hermoso, para que muchos otros puedan leerlo, para que otros pocos, inspirados en tus palabras, decidan a su vez ponerse a escribir.
¿Por qué escribes tú?
sábado, 28 de noviembre de 2020 • escritora escribir vocaciondeescritora escritura
Yo quiero creer que la vocación se construye con el esfuerzo y el trabajo a lo largo de los años. Supongo que hay unas pocas personas privilegiadas que, desde muy pequeñas, saben lo quieren y consiguen destacar extraordinariamente en lo que hacen desde el principio.
Por otro lado, estamos el resto de los mortales, que debemos currar el doble por aquello que queremos. Si de verdad pensáramos que un oficio, el que sea, no pudiera estar al alcance de nada más que esos pocos afortunados, qué motivaciones nos quedarían al resto para buscar la felicidad de trabajar en algo que nos apasione, para no acabar convertidos en meros peones en este ajedrez aburrido que es nuestra sociedad.
Continuamente, escucho opiniones, comentarios y consejos de gente que me quiere, de gente que me conoce, de gente que me acaban de presentar, que aseguran que el trabajo de escritor es poco grato, mal remunerado y en el que es imposible destacar.
¿Acaso piensan que a esa conclusión no he llegado yo solita después de tanto tiempo escribiendo?
¿Pero qué puedo hacer? ¿Qué debemos hacer los que queremos dedicarnos a esto y no somos Pérez Reverte? ¿Aparcar la pluma en el tintero y a otra cosa mariposa? No podemos rendirnos a la primera de cambio, no debemos dejar de hacer aquello que queremos hacer y que siempre hemos soñado, solo porque unos pocos insistan en que, ya el solo mero hecho de intentarlo, es una pérdida de tiempo.
Debemos ser perseverantes, perseguir siempre nuestros sueños, aunque nos parezcan lejanos e imposibles, aunque haya personas que nos recuerden en todo momento que los sueños deberían limitarse a la hora de dormir, aunque a veces incluso tú mismo dudes de tus propias aptitudes y hayas valorado tirar la toalla en más de una ocasión.
Pensad lo siguiente: ¿qué sería del ser humano sin la capacidad de soñar despiertos?
A veces la vida nos hace el camino difícil, y es, en momentos así de cruciales, en los que te alejas a un lado y te permites analizar qué es lo que está pasando. Y de pronto reparas en que es el propio tiempo lo que pasa, demasiado deprisa ante tus ojos como para encima dedicar tus días a rebanarte los sesos por lo que es y podría haber sido, por lo que será y no quieres que sea.
Siempre habrá piedras en el camino, siempre encontrarás obstáculos que frenen tu avance, pero ningún árbol caído debe impedir que continúes el sueño que has elegido para ti.
Sortea las piedras, esquiva los obstáculos, haz leña del árbol que ha interrumpido tu paso, y aprende las lecciones y verdades que te brinda la experiencia. Marca tu propio devenir y crea tu propio destino, sin importar lo que digan las voces que te rodean.
Nunca pierdas la sonrisa, y vive, vive intensamente. Y sobre todo haz aquello que te apasiona. Nunca es demasiado tarde para empezar, pero siempre es demasiado pronto para abandonar.
A los que compráis mis libros, a los que me escribís para decirme cuánto os gustan mis cuentos, gracias por alentarme a seguir soñando, por recordarme que todo se puede.
lunes, 23 de noviembre de 2020 • maestroymargarita mijailbulgakov literatura literaturaclasica lectura literaturacontemporanea libros recomendacioneslibros
Esta novela me la recomendaron distintas personas en diferentes momentos, y la verdad es que me alegré de hacerme con ella y adentrarme en su lectura. Es divertida, muy ingeniosa y está magistralmente escrita. No quiero adelantaros mucho sobre su historia, porque creo que la disfrutareis más si la empezáis a leer sabiendo poco sobre la trama.
Solo os adelantaré que pocas novelas han sabido captar la época soviética con más lucidez que “El Maestro y Margarita”, la novela que le sirvió al escritor Mijaíl Bulgákov para satirizar la era de Stalin, con un insospechado descenso sobre Moscú del mismísimo diablo, Woland, acompañado de una insólita corte.
SINOPSIS:
Novela que ha suscitado el entusiasmo de millares de lectores desde su primera publicación, "El maestro y Margarita" no sólo es una sátira genial de la sociedad soviética, con su población hambrienta, sus burócratas estúpidos, sus aterrados funcionarios y sus corruptos artistas. Acompañado de una extravagante corte, el Diablo llega a Moscú e irrumpe en sus mediocres vidas desencadenando toda una serie de peripecias trepidantes y disparatadas que radiografían las debilidades de la naturaleza humana.
Tiene frases increíbles. Os dejo por aquí una que me encantó:
“El amor surgió ante nosotros, como surge un asesino en la noche, y nos alcanzó a los dos. Como alcanza un rayo o un cuchillo de acero. Ella decía después que no había sido así, que nos amábamos desde hacía tiempo, sin conocernos, sin habernos visto, cuando ella vivía con otro hombre...”